El sofá es uno de los elementos más importantes del salón y del hogar. En él hacemos parte de nuestra vida en casa: comidas, ver la televisión, sobremesas, momentos de lectura… Son muchos los momentos que se viven alrededor de un sofá y por tanto, eso hace que sufra deterioro y un continuo desgaste.
Por ello, es muy importante saber algunos consejos básicos sobre cómo mantenerlo limpio y en buen estado para alargar su vida y que su aspecto siempre sea lo más impoluto posible.
Antes que nada, debemos analizar las características del tejido y del color, ya que, en función de ello el cuidado y el mantenimiento será distinto. No obstante, existen unos factores básicos que puedes aplicar ¡Toma nota!
Consejos para el mantenimiento de tu sofá
Prevención ante todo
Como hemos visto, al hacer tanta vida en el sofá, también lo exponemos a numerosos daños. Por ello, lo ideal es prevenir, es decir, evitar comer y beber en el sofá, sobre todo si se trata de alimentos propensos a dejar manchas y estropear el tapizado.
Además es importante evitar exponerlo a la luz solar directa, ya que esto puede hacer que el tejido se desgaste, se cuartee o pierda su color original.
Lo ideal sería protegerlo con un cubre sofá que sea lo más parecido al color original y que sea apto para el lavado a máquina.
No coloques objetos encima
Hay muchos objetos que pueden estropear tu sofá. Por ejemplo, los juguetes son uno de sus peores enemigos, pues pueden engancharse y estropear el tejido. Así que si tienes niños pequeños en casa, procurad diferenciar las zonas de juego. También te recomendamos evitar apoyar los pies o los calcetines sobre él, ya que puede ser un foco de acumulación de malos olores.
Lo mismo ocurre con las mascotas, si puedes evitar que hagan vida en el sofá, mucho mejor. Los pelos de animal, los arañazos o los malos olores no son los mejores amigos para tu sofá.
No te siente sobre el reposabrazos
Otro de los errores más frecuentes y que dañan y desgastan un sofá es utilizar el reposabrazos como un punto de apoyo.
Siempre y cuando el sofá no esté diseñado para ello, evita utilizarlo como asiento. Esto podrá ceder el peso y estropear su forma.
Cómo limpiar el sofá
Ahora que conoces los tips para mantener tu sofá, es el momento de conocer los trucos para limpiarlo y que siempre luzca impoluto.
La mejor solución para mantenerlo limpio es realizar un mantenimiento semanal. Esto marcará la diferencia y evitará que tengas que hacer grandes hazañas de limpieza.
Lo primero que debes hacer es limpiar el polvo una vez a la semana. Lava las fundas de los cojines con regularidad y, si puedes, pasa la aspiradora de mano para eliminar las pequeñas partículas de suciedad que se vayan acumulando.
También puedes pasar un paño húmedo para eliminar restos de suciedad pero ¡cuidado con los productos que usas! Los químicos abrasivos no son buenos amigos de ciertos tejidos, puede que el remedio sea peor que la enfermedad. Si tienes dudas, prueba en la parte trasera donde no se ve.
Fórmulas mágicas para limpiar el sofá
No está de más conocer algunas de las fórmulas mágicas o trucos caseros para limpiar las manchas más duras del sofá. Además, tendrás que tener cuidado, pues según el material del sofá podrás emplear unos productos u otros.
Sin embargo, antes de recurrir a medidas milagrosas, debes saber que ante una mancha complicada, lo mejor es actuar al momento. Limpia con un paño húmedo y elimina la mayor cantidad de residuos posible.
Si esto no es suficiente, pasaremos a las fórmulas mágicas. Si tu sofá es tapizado en tela, puedes limpiarlo rociando con un pulverizador la mezcla de 3 partes de agua tibia, 1 de vinagre y un poco de detergente jabonoso. Dejamos actuar un par de minutos, frotamos y dejamos secar. ¡Adiós manchas!
Ante un sofá de cuero, la fórmula mágica para las manchas deberá estar compuesta por partes iguales de agua y vinagre. Si lo que quieres es que luzca brillante, mezclaremos dos partes de aceite de oliva y una de vinagre y puliremos con un paño suave.
Por último, para darle un aspecto brillante y reluciente, mezclaremos dos partes de aceite de oliva y una de vinagre.
Ahora que ya sabes cómo mantener tu sofá siempre impecable ¡Es el momento de ponerse manos a la obra!